Tragicomedia Artística Española

Vamos a ponerlo fácil: estoy triste, para variar, a nadie le importa –lo sé- tal vez sea el tiempo, tal vez sean simplemente los tiempos que corren.

Hace relativamente poco el archiconocido Eduardo Arroyo nos hacía gargaritas con  “El mercado del arte no existe, no existió y nunca existirá en nuestro país” que arremetía, consecuencia del reformado 10% de IVA, sobre el entrecomillado mercado del arte español. Y bien ¿Cuál es la esperanza, aquí, ahora?

No me considero artista, pero si amante de algo que tal vez ni yo sepa explicar, amante de la comunicación, amante de las atrocidades positivas capaces de ser ejecutadas con un dedo desde un Smartphone y de las variopintas maneras de decir una sola cosa o infinitas con una obra. Todo esto me lleva a una pregunta y es, curiosamente ¿A qué nos lleva todo esto? ¿Cuántos somos los españoles que nos planteamos hacernos un lugar en este país de miras minúsculas? ¿Será nuestro lugar, en consecuencia, minúsculo? ¿O seremos nosotros, nuestras ganas, nuestras metas, nuestras almas, que tornaran así, minúsculas?

La eyaculación de esta pseudoapuesta artística que nos venden a nosotros, los interesados del artisteo ha llegado al punto álgido desde que normalizamos trabajar de forma gratuita para entidades con ánimo de lucro que nos emplatan la comida en forma de currículum sin salida. Y, aun peor, aceptamos trabajar de forma gratuita para organizaciones “sin” ánimo de lucro por solidaridad, por amor al arte –tal vez porque el arte nos hace un poco estúpidos, tal vez porque las ganas de entrar en el círculo nos pueden, eso ya es asunto de cada uno-.  Pues ahí va otra pregunta ¿Qué arte? ¿El arte de quién? ¿Qué papel decisivo has tomado tú, mero colaborador, en la ejecución de dicho proyecto? ¿Estamos acaso en el Arena dónde la pregunta base es “Activo o Pasivo”?

La gente va a lo que va, a ver lo que ve, a no ver nada, no porque no quiera, sino porque no sabe ver. Nos mueve la aceptación y nos olvidamos de que somos entes individuales, cultivables por nosotros mismos para hallar la esencia de nuestras propias semillitas. Si esto es así, cosa en la que creo que a nadie le cabe duda ¿Por qué dejamos que cuatro nos digan qué es lo que tenemos que ver? ¿Por qué tenemos que hacer una exposición sobre una temática de tendencia? ¿Por qué aceptamos dar plantar la semilla de algo que podría ser nuestro trabajo en las manos de esa persona sin pretensiones aparentes? ¿Qué nos va a dar? ¿El ánimo para seguir arrastrándonos y seguir dando algo cuyas capacidades desconocemos? Que levante la mano aquel que no tenga ideas, inquietudes, pasiones, imágenes, fantasías, creencias, religiones, color, sangre.

Somos los suficientes como para devolverle a una ciudad, a un país, lo que necesita, creatividad. Somos suficientes como para elaborar una estructura para devolverle a un país de creativos lo que necesita, ser valorados más allá de cuatro letras en su currículum. Somos suficientes para levantarnos y hacer y dejar de aplaudir el disfraz de una ciudad que salpica su propia identidad artística con su propia cerveza. Dejar de aplaudir y empezar a hacer. Solo hay que saber mirar y levantarse. Somos suficientes.

Entonces que alguien me diga ¿Qué coño estamos haciendo?

P.D. Hay muchos artistas en Barcelona, mi ciudad, y fuera de ella, que salen adelante con sus proyectos, hay gente con inquietudes, con ganas y con substancia –que viene a ser “cosas que decir”-  gente que expande sus impulsos a nivel internacional por la fuerza que le ponen. A muchos de ellos los conozco, a otros pocos les quiero, y agradezco que compartan pequeñas partes de su vida con una mindundi como yo, observadora vacilante entre varios mundos a la vez en un constante estado de esquizofrenia en cuanto corrientes artísticas e intereses. Sin embargo hay muchos talentos desaprovechados o demasiado aprovechados. Gente que tiene boca, pies, manos, cabeza y sobre todo corazón para hacer que las cuatro paredes de su casa, se transformen en un mundo que tal vez, los demás queramos ver. Esto es para todos nosotros, que queremos, y que sobretodo, podemos. Entre vosotros los primeros, y nosotros, los segundo, podemos.

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Esta entrada se publicó el marzo 22, 2014 en 4:43 am y se archivó dentro de TRENDS. Añadir a marcadores el enlace permanente. Sigue todos los comentarios aquí gracias a la fuente RSS para esta entrada.

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