Es curioso que de repente tus pensamientos salgan de la oscuridad de las cuatro paredes que conforman tu mente y alguien las escuche… ¡Sí! ¡Realmente una maravilla! Aunque yo –personalmente- sea una romántica precocinada y deba esperar hasta que ese ring del microondas me indique el momento exacto para ponerme a escribir. Pero eso que dicen por ahí de <<Cuando haces pop ya no hay Stop>> no sé yo si es cierto del todo. Menage a Trois es un bar cool por deporte y –aunque la mesa cojeé- un poquito, sí que me inspira. Encima de la coja, una montañita de tarjetas y lookboks me recuerda que tengo que escribir sobre el Dress Up y las fighters del mundillo fashionable barcelonés.
La organización se arriesga con el trece sin importar el tabú. El Dress Up 3.0 pone nuevo espacio y caras nuevas en juego: Trece emergentes en el tablero del Espace Cultural Ample. Y no por un simple <<de oca a oca ¡Y tiro porque me toca!>> sino que, a diferencia que en Corretgers, en el número cinco del carrer Ample el showroom no es un –como diría Loly, miembro de la Dress Up y currante de Uauh!– <<Burro, burro ¡Y burro tras burro!>> sino que –gracias a esta virgen santísima- el espacio permite una concordancia en cuanto calidad de concepto y espacio.
Yo sé que las comparaciones son odiosas, y la verdad – sea muy dicha- es que esperaba mucho menos de esta cosita de nada que pensaba que iba a ver –no decía en broma lo de que la Shopping me dejó muerta-. Tengo –por desgracia- la extraña suerte de ver más allá de un súper mega cool evento ¡Qué le voy a hacer! Me gustan las personas –y lo confieso muy tímidamente-. Detrás de cada tarjeta que recogí, de cada conversación establecida, volví a sentir ese vacío, esa pena y esa impotencia por ver esa desesperación por sacar adelante una pasión. Hasta que –para variar- hablando, hablando… me dije –con perdón- << Estas tías son ejemplos para la humanidad ¡Qué coño! ¡Me encanta!>>.
Para los que pensais que eso de que las chicas son guerreras es una tontería, contárselo por ejemplo a… mmm… ¡Angela Bang! Que se curra una colección espectacular a lo Juan Palomo –Yo me lo guiso ¡Yo me lo como!-. Una vez pensado esto, haced el ejercicio de multiplicarlo por trece –o catorce… Porque lo
que hace Uahu! En este cuento también los manda bien mandados-. Entonces ponedle nombre: Lurgain, My Grandmother’s Sofa, Hiske Ter Veld, Manderlay, Georgina Vendrell, A mi manera, Alexis Reyna… y ¡Voilà! Podreis –espero- entender mi experiencia religiosa. Todos tienen una filosofía detrás y su autenticidad por delante. Todo tiene un trabajo y cada trabajo su precio. ¡Otras bloggers se encargarán de analizar sus colecciones! Porque a mí –y reitero en lo de personalmente– estas chicas me han dejado tan sumamente loca –y digo chicas porque Alexis no estaba y en su lugar estaba Aranza, su ayudante- que solo puedo decir: uno… dos… tres… ¡Dress Up! El 3.0 ha tenido su esperado fruto ¡4.859.562,9 patadas a la shopping enterita! ¡Paseo de Gracia de arriba abajo no le llega ni a la suela! -palabrita del niño Jesús-.
GREETINGS:
A Angela por su sinceridad. A Nerea por su naturaleza. A Georgina por su entrega –¡y cuidar los botones!-. A Mónica por su <<lamé brocado con hilos de oro>>. A Dolores por su homenaje en las prendas. A Olga por sus blondas y patas de gallo
técnicas de Gratacós. A Hiske por la historia de sus prendas. A Aranza porque –sin querer él- casi me vende la colección de Alexis Reyna. A Loly por sus palabras y su espíritu.¡A todas por vuestro tiempo! En este mundo de lucha obligadísima -en el que me incluyo pero, como todos, no comparto- amigas mías ¡Os lleváis la palma!